El fin de mi mundo

Todo acaba al igual que como empieza,
todo se desmorona a mi alrededor
destruido por soñar con la esperanza.
Mejor no me digas más nada
y deja que por mi camino me vaya
que ya llegaré a donde haga falta.
No necesito más de tus palabras.

Dicen que la verdad empieza cuando se acaba
de comprender cada cosa que pasaba
y yo jamás entendí lo que me ocultabas.
Olvida todo lo que tenga que ver conmigo
pidiéndome que seamos simples amigos
que yo simularé que alcanzo así el infinito.
Solo te pido que recuerdes el efecto de tus sonrisas.

Sí, es el fin, el fin de mi mundo,
desbaratado por la lluvia de las lágrimas
que se llevaron todo lo que me importaba.
Sí, aquí todo se termina, quedo como un crío,
ya mis pasos no me llevan a ningún sitio
y mis miradas solo consiguen encontrar el vacío.
No te preocupes es tan solo el fin de mi mundo.

Abandono todo esfuerzo,
me sumerjo en el infierno
buscando algo de calor.
Oscuridad a mi alrededor,
ni luz ni sombra contemplo
y ya no cuenta el tiempo.
Es el simple fin de mi mundo.

Ya he jugado todas mis cartas
y me apostaré el as de mi manga
a que al final no consigo nada.
Esto pinta como un duelo de oportunistas
donde tuve la suerte de ser el finalista
y mi premio consistió en ser conformista.
Hubiera preferido el de consolación.

Escribo estas últimas líneas
con la sangre de mis venas
que mancha el camino por donde me llevas.
Ofrezco mi último aliento ahogado
de mi respiración apagada
a quien necesite seguir luchando.
Y es que me cansé de seguir avanzando.

Mejor cierro mis cansados ojos,
acallo mi suplicante voz
y me arrojo al descanso.
Rompí todas mis promesas,
inválidas por ser tan ciertas
por un sueño que no se iba a cumplir.
No lo dudes nunca, de mi mundo este es el fin.

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