Si desean realizar alguna petición, sugerencia o crítica, no duden en enviarla por correo a zenrok.daikur@hotmail.com

Como peticiones acepto:
- Poesías o cartas que quieran expresar algo.
- Un relato de algún género en especial (no importa cuál, solo pidan).

Gracias por su tiempo y disfruten.

lunes, 28 de enero de 2013

Aburrimiento

Ha amanecido como siempre, con el Sol saliendo por el mismo lugar, tras las altas montañas del Este, el típico cantar de los pájaros dando la bienvenida la nuevo día, los niños de los vecinos alborotando, los primeros ruidos de la ciudad al despertar... Para mí comienza otro insípido y aburrido día: levantarme, duchar, vestirme, desayunar, agarrar el maletín, ir al trabajo, aburrirme en el trabajo, ir a comer a mediodía en el descanso, seguir trabajando, regresar a casa...

Son unas duras 12 horas de espera antes de la auténtica diversión. No dejo de preguntarme cómo algo tan simple como cortar y separar fuese tan divertido, ni cómo la gente no aprecia el arte y el entretenimiento de tanta sencillez. Han pasado muchos años desde que casi me atrapan, pero supe escapar para empezar de cero. Es tan simple engañar a todo el mundo para que crean que son simples accidentes...

Tengo que pasar 12 horas cada día sonriendo amablemente a todos esos posibles voluntarios para mi arte, disimular mis ansias de poder diseccionarlos a todos, contemplando cómo la sangre se derrama por cada pequeña incisión, viendo sus ojos suplicantes rogando por sus miserables vidas. Y las noches... Qué desperdicio de tiempo. Otras tantas horas mirando el techo y esperando que llegue un nuevo día, para poder pasar las horas del trabajo y poder dedicarme a mi auténtica pasión.

Al caer la noche, la mejor hora del día, cuando toda la fatiga del trabajo queda atrás. Algo tan simple como un paseo se convierte en lo más excitante que pueda ocurrirme. Andar contemplando a las personas, en cómo gritarían si las eligiese. Hoy me apetece la vigorosa agonía de un hombre adulto. Verlo retorcerse con la mirada llena de odio, sentir su tensa musculatura partiéndose por la mitad... Puro éxtasis tan solo de pensarlo. Quizás al regresar a casa realice una llamada a alguno de esos sitios donde te traen la mercancía a casa...

Al fin da comienzo el placer... Un ignorante y musculoso chico ha acudido a la cabaña del bosque abandonada, donde suelo practicar mi arte. Ha sido fácil seducirle para que se tumbe y se deje atar, creyendo que todo era parte de su juego pero sin que supiese que lo es del mío. Ahora está al fin amordazado, pero no veo expresión de terror en su cara, ni después de haberle mostrado mis instrumentos. No importa, ya tendrá tiempo de suplicarme con sus gestos, con su mirada de cachorro degollado...

Dos horas... Dos malditas horas y el insolente sigue mirándome con cara de sentir lástima de mi. Me he esforzado al máximo, alcanzando las zonas más dolorosas de su cuerpo y no ha dejado escapar una mísera lágrima. Sigue mirando mi cara, sin pestañear. No consigo apartar de mi mente su expresión. Ya sé, le rebanaré las cuencas oculares a ver si después piensa lo mismo.

No es posible... Apenas debe quedarle sangre en el cuerpo. Le he rebanado la lengua para quitarle la mordaza y ahora simplemente sonríe. Me mira y sonría, aun con la sangre deslizándose por la comisura de sus labios. He tenido mucho cuidado de no tocar ninguna arteria ni vena, de ocuparme de tendones, músculos y piel con total delicadeza. Lo he desatado y no ha hecho el mínimo esfuerzo por levantarse, por resistirse. Es intolerable para mi arte...

¿Qué estoy haciendo mal? Han sido incontables las veces que he repetido el mismo proceso. Pero en esta ocasión... Mi obra de arte es tan solo un trabajo deplorable. Su última respiración paso inadvertida y me cebé destrozando todo lo que quedaba de su cuerpo. Quizás he perdido práctica... Voy a intentar algo para ver si es así. Voy a tumbarme en la mesa y a ir despedazando mi cuerpo lentamente, desde los pies, para poder así tener movilidad con el resto de mi cuerpo. Debo comprobar si mis cortes son igual de efectivos que siempre y no puedo hacerlo confiando en que un extraño grite o no.

Duele. Son muy dolorosos. Apenas he alcanzado las rodillas y ardo en deseos de gritar. Pero no puedo parar aquí. ¡Es la mejor obra que he realizado jamás! Pasarán generaciones antes de que me olviden. Todos hablarán de la grandeza de mi cuerpo diseccionado por mí mismo. Seré mencionado por años en todas partes... Tengo que resistir la debilidad por la falta de sangre, ya que quiero alcanzar mi pecho al menos. 

He podido acabar con mi cara, mis piernas, mi brazo izquierdo y la mitad de mi pecho. Se me nubla la vista pero debo continuar. Puedo ver mis intestinos peleando por salirse, pero no puedo permitírselo, no estando tan cerca del final. Apenas unos tres o cuatro cortes más y habré finalizado. Podré cerrar los ojos y sonreír, tal y como hizo ese chiquillo al contemplar mi tarea. Ahora comprendo su mirada, su expresión, que no eran de lástima o resignación sino de pura adoración a lo que estaba creando con su cuerpo. Una última incisión y todo estará acabado... Listo. Cierro los ojos y dejo que los pocos músculos de mis mejillas que quedan intactos arrastren mis labios para sonreír. Mi mente se va esfumando entre acogedoras brumas oscuras, mis sentidos se apagan uno tras otro, pero mi obra maestra está finalizada...

No hay comentarios:

Publicar un comentario